En una rueda de prensa en Londres, el ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, precisó que su gobierno reconoce al Consejo como "única autoridad gubernamental libia" y tratará con éste "como si fuera cualquier otro gobierno del mundo" en sus relaciones bilaterales con el Estado norteafricano.
Esta decisión se deriva del acuerdo alcanzado el pasado 15 de julio en Estambul por el Grupo de contacto sobre Libia, cuando se decidió a nivel internacional que había que reconocer al CNT como autoridad de gobierno.
"Esta decisión refleja la creciente legitimidad, competencia y éxito del Consejo Nacional de Transición en llegar a los libios en todas las partes del país", declaró el ministro.
"A través de sus acciones, el Consejo ha demostrado su compromiso con una Libia más abierta y democrática, algo que intenta alcanzar a través de un proceso político incluyente", en contraste con la falta de legitimidad del régimen de Gadafi, añadió.
Hague confirmó además la expulsión del Reino Unido de todos los diplomáticos de Gadafi aún presentes en este país, e invitó al Consejo a enviar a sus propios representantes.
Además, informó de que se desbloquearán los activos por valor de 91 millones de libras (unos 103 millones de euros) de la petrolera Arabian Gulf Oil Company, actualmente controlada por el CNT, a fin de que se utilicen para mejorar la situación de los civiles en las áreas de Libia "liberadas" por los rebeldes.
"Nos han dado garantías de que sus actividades no beneficiarán a ninguna entidad afectada por sanciones", afirmó el ministro, quien señaló que el retorno de los activos a la compañía libia, a través de licencias específicas, permitirá "mantener el suministro básico de petróleo".
Hague señaló que el reconocimiento del CNT y el resto de las medidas anunciadas facilitarán que el Reino Unido pueda ofrecer "mayor asistencia práctica" al movimiento de oposición libio.
Explicó que la decisión no se había tomado antes porque el gobierno británico, liderado por el primer ministro David Cameron, quería asegurarse de que los estudiantes libios en el Reino Unido seguían recibiendo fondos oficiales.
Cuando hace unos meses Francia y Estados Unidos reconocieron la autoridad de los rebeldes libios, Londres se mostró reticente a hacerlo alegando que reconocía "a Estados y no a gobiernos".
Preguntado a ese respecto, un portavoz del Foreign Office declaró hoy a la cadena pública BBC que esa posición no ha cambiado y que el reconocimiento del CNT es político y no legal.
El actual encargado de negocios de la embajada libia en Londres, Khaled Benshaban, tiene ahora tres días para dejar el país, mientras que el resto de diplomáticos libios (ocho en total) se irán progresivamente.
El futuro embajador del CNT podrá ocupar las mismas dependencias de la embajada libia en el lujoso barrio de Knightsbridge que ocupó su predecesor, Omar Jelban, expulsado en mayo, indicó Hague.
En la rueda de prensa de hoy, el ministro recordó el apoyo que Gran Bretaña ha facilitado a los rebeldes libios que luchan contra las tropas de Gadafi y para la aplicación de la resolución 1973 de la ONU, que autorizó a la comunidad internacional a intervenir militarmente en Libia para proteger a civiles.
El pasado lunes, Hague pidió a Muamar al Gadafi que abandonara el poder y sugirió que, si lo hiciera, no tendría por qué exiliarse, al afirmar que "eso lo tenían que decidir los libios".
El gobierno británico cerró su embajada en Trípoli en febrero y desde entonces tiene una misión diplomática en Bengasi, controlada por los rebeldes, desde la que ofrece ayuda logística a los opositores de Gadafi.