"Desgraciadamente siguen llegando noticias tristes de Oriente Medio. Vuelvo a renovar mi firme petición de un inmediato cese al fuego en la Franja de Gaza", dijo el pontífice ante las decenas de miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para escucharle.
"Expreso mi profunda amargura por los voluntarios asesinados mientras estaban comprometidos en la distribución de las ayudas" en Gaza y "rezo por ellos y sus familias", añadió el papa, que apareció en buena forma y leyó su catequesis con voz nítida.
La muerte de los siete trabajadores en un ataque del Ejército israelí contra el convoy humanitario de WCK, que según las autoridades militares israelíes, se debió a una "identificación errónea", ha causado una enorme indignación, pues son ya casi 200 los empleados humanitarios fallecidos desde que comenzó la guerra.
Francisco también pidió de nuevo que "se permita a esa población civil extenuada y sufriente el acceso a las ayudas humanitarias (en Gaza) y que sean inmediatamente liberados los rehenes" en manos de Hamás tras su atque a Israel el pasado 7 de octubre.
Además, el papa pidió "que se evite cada irresponsable tentativa de ampliar el conflicto en la región", en lo que parecía una alusión a la posible escalada militar que podría conllevar el ataque israelí al consulado de Irán en Siria, del que el régimen de Teherán ha prometido vengarse.
"Que se actúe para que puedan cesar pronto esta y otras guerras que continúan causando muerte y sufrimiento en tantas partes del mundo. Y trabajemos sin descanso para que caigan las armas y vuelva a reinar la paz", añadió, antes de recordar también a "la martirizada Ucrania".
Francisco ya pidió el pasado Domingo de Resurrección en su mensaje pascual que "se garantice la posibilidad del acceso de ayudas humanitarias a Gaza", "la rápida liberación de los rehenes secuestrados el pasado 7 de octubre", así como "un inmediato alto el fuego en la Franja".