La construcción de un muro en los 3,200 kilómetros de la frontera de Estados Unidos con México fue una de las principales promesas del presidente saliente, Donald Trump, tanto en su campaña presidencial en 2016 como en buena parte de su gestión que concluye el próximo 20 de enero.
Por su parte, el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, apuntó en un comunicado que el presidente Trump "escuchó a quienes están y trabajan en el terreno y han bregado por infraestructura física, rutas de acceso, luces, cámaras y sensores, todo un paquete para proteger nuestra frontera".
Morgan dijo en una teleconferencia de prensa que el 31 de diciembre se le notificó que se habían completado 724 kilómetros de "muro nuevo".
"Tuve que sonreírme: los medios y los críticos habían dicho que no podría hacerse. Pero lo hicimos. Es un logro notable, un logro histórico de este Gobierno", declaró.
El proyecto se topó con la oposición en el Congreso de la oposición demócrata, las críticas de grupos defensores de los inmigrantes y demandas judiciales de organizaciones ambientalistas, poblaciones indígenas y propietarios de tierras por donde habría de tenderse la barrera.
A comienzos de 2019, el presidente Trump desvió a este proyecto fondos que el Congreso había aprobado para gastos militares, lo cual generó nuevas tormentas políticas y demandas judiciales.
Aunque Trump sigue negándose a reconocer su derrota electoral, Morgan se refirió a la transición "potencial" del Gobierno y a los contactos que han mantenido con el personal de Biden que se ocupará de inmigración.
"Estamos viendo ya un incremento en las capturas de indocumentados en la frontera. Las cifras preliminares de diciembre muestran unas 74,000 detenciones; esto es un 7 % más que en noviembre", sostuvo.
La nueva Administración, añadió, "encara opciones claras: una estrategia efectiva para la inmigración o la frontera abierta".
"Si el equipo de Biden pone en práctica sus promesas de campaña desde el primer día, creará una crisis total en las próximas semanas. Esas promesas, que incluyen la extensión de DACA (el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), el fin del Memorando de Protección de Migrantes, la provisión de cuidados de la salud (a los indocumentados) invitan a más migrantes", argumentó.
Morgan dijo que los asesores de Biden han admitido la necesidad de retrasar algunas políticas porque "saben que si las aplican tendrán un fracaso colosal".
"La frontera importa, y la negligencia en su seguridad tiene consecuencias. Se nos calificó de racistas, se dijo que lo que estábamos haciendo era inmoral, pero seguimos adelante", abundó.
A poco más de dos semanas para que termine la presidencia de Donald Trump, las constructoras trabajan a marchas forzadas para construir el mayor cantidad de muro fronterizo cono sea posible, una obra que Biden prometió durante su campaña que detendrá tan pronto asuma el poder.