Se trata de la primera ejecución firmada por el republicano DeSantis, quien asumió el cargo el pasado enero.
Long, de 65 años, fue sentenciado a muerte por el asesinato de Michelle Simms en mayo de 1984, a quien violó y dejó abandonada moribunda en una carretera tras recogerla en su vehículo en un bulevar de Tampa, en la costa este de Florida.
Las autoridades del condado de Hillsborough, en la costa este de Florida, encontraron el cuerpo desnudo de Simms, con el rostro ensangrentado, las manos y el cuerpo atados, y con heridas en el cuello y la barbilla.
Long confesó haber asesinado a Simms después de que fuera detenido por el secuestro y la agresión sexual de Lisa McVey en noviembre de 1984.
Además de confesar el asesinato de Simms, Long admitió haber matado a otras siete mujeres en los condados vecinos de Hillsborough y Pasco.
También afirmó haber violado a aproximadamente 40 mujeres en tres estados diferentes.
Long, detenido en la Union Correctional Institution, en Raiford, en el norte de Florida, finalmente se declaró culpable de ocho homicidios en total, y recibió una sentencia de muerte por asesinar a Simms.
Desde 1976 se han ejecutado en Florida a 97 reos, según el Departamento de Correccionales de Florida, el último de ellos José Antonio Jiménez, el 13 de diciembre de 2018, por el asesinato a cuchilladas de una mujer en 1992.
Jiménez fue hallado culpable del asesinato de Phyllis Minas en 1992 en North Miami, y dos años después, estando ya en prisión, del homicidio y robo de otra mujer, Marie Debas, ocurrido en 1990 en Miami Beach.
Hasta octubre de 2018, 2.721 prisioneros esperaban en el corredor de la muerte su ejecución en Estados Unidos, 354 en Florida, según el Centro de Información de la Pena de Muerte.