En un comunicado publicado el martes, CERF subrayó que este déficit de financiamiento podría tener un impacto devastador, ya que no podría proveer la asistencia humanitaria en tiempo oportuno y poder salvar la vida de millones de personas afectadas por crisis.
Según el Fondo, este déficit se debe principalmente a las fluctuaciones de las tasas de cambio que están estimadas en 16 millones de dólares en 2016. En lo que va del 2016, CERF ha proporcionado 390 millones de dólares en 45 países para actividades vitales en respuesta a la fuerte demanda de socios humanitarios.
Cada año, en promedio, el Fondo ayuda a los socios humanitarios para proporcionar los cuidados esenciales a más de 20 millones de personas, ayuda alimentaria a 10 millones de personas, agua y saneamiento a ocho millones y productos de subsistencia a otras cinco millones de personas.
También, apoya para la protección de cuatro millones de personas, da hospedaje a un millón de gente, proporciona servicios a los refugiados y migrantes, así como programas de nutrición, de acción contra las minas, de educación urgente y de gestión de campamentos.
En 2013 y 2014, las contribuciones al Fondo superaron el objetivo anual de 450 millones de dólares, con alrededor de 480 millones de dólares proporcionados al CERF para cada uno de estos años.
No obstante, con el aumento de las necesidades humanitarias, el financiamiento del CERF para sostener la acción humanitaria urgente disminuyó en 2015 (402 millones de dólares) y 2016 (425 millones de dólares) aún cuando el Secretario General hizo un llamado para un financiamiento de 1.000 millones de dólares para 2018. La mayoría de los donadores del CERF respondió a este llamado.
Por ejemplo, el Fondo otorgó en 2015 15 millones de dólares para brindar asistencia a más de dos millones de personas afectadas por el terremoto de 7.8 en Nepal. En 2016, 21 millones de dólares fueron proporcionados por el CERF para apoyar la ayuda humanitaria inmediata a más de 250.000 personas afectadas por el conflicto en Sudán del Sur.
Esta ayuda incluye un apoyo a la asistencia básica en materia de vivienda y otros productos no alimentarios, agua y saneamiento, promoción de la higiene, salud, nutrición, seguridad alimentaria y protección a las personas desplazadas.