En su primera comparecencia ante la prensa internacional en Trípoli, el titular de Justicia del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mohamed Alagy, dijo que el coronel Muamar Al Gadafi será juzgado por la Corte Penal Internacional (CPI), si bien y se mostró displicente en torno al paradero del que fuera "líder" libio durante 42 años.
"Gadafi no es lo primero, lo importante es la seguridad del país". manifestó Alagy, quien incluso llegó a bromear sobre el verdadero precio hoy del coronel libio, por el que se habían ofrecido 1.7 millones de dólares.
El responsable de justicia del CNT dijo: "no necesitamos ninguna intervención extranjera", al ser preguntado si pedirían ayuda exterior para la estabilización de la seguridad.
Alagy precisó que la mayor parte del CNT se encuentra ya en Trípoli y, pese a sus afirmaciones acerca de la seguridad y el control de casi toda la capital, apenas dos horas después un tiroteo en torno al hotel donde ofreció sus declaraciones cuestionaba la solvencia de las mismas y del verdadero control que las fuerzas rebeldes tienen sobre la capital libia.
Los francotiradores leales a Gadafi desplegados en la capital han causado ya numerosas víctimas en los últimos días y los suministros hospitalarios así como la asistencia medica se encuentran en una situación cada vez más complicada.
Los abastecimientos escasean cada vez más y los servicios básicos como agua y luz permanecen cortados en casi toda la ciudad.
No obstante, el ministro de Justicia del CNT, explicó que ayer se había formado un comité de seguridad encabezado por el coronel Mahmud Shirit, natural de Trípoli, de quien dijo: "él es el policía".
Explicó que sólo serán perseguidos los delitos de sangre e indicó que centenares de gadafistas de países del Sahel, e incluso serbios, habían sido capturados estos últimos días, aunque no precisó datos.
La cifra de presos políticos liberados asciende a 33,000, según Alagy, quien en diversas comparecencias hoy ante los periodistas en el "hall" del hotel Corintia (donde se concentra la mayor parte de la prensa presente en la capital libia), quiso subrayar que no están preocupados por el paradero de Gadafi.
El CNT reitera que pretende asegurar la transición política a un sistema de derecho y democrático, aunque no han precisado más plazos legales al ser preguntados y no han revelado aún el itinerario político que pretenden recorrer para alcanzarlos.
El ministro de Justicia del CNT subrayó la necesidad de incautarse de todas las armas, aunque en el sur de Trípoli hay resistencia organizada gadafista y los tiroteos se suceden por toda la ciudad.
El autodenominado jefe de la "operación Trípoli", Abdelmajid Mlegt, que acompañaba al séquito ministerial, afirmó que esperaban detener a Gadafi antes de 72 horas y reveló que en las últimas 48 horas los rebeldes han sufrido unas 150 bajas.
Pese a todas estas manifestaciones, la endeble seguridad en la capital libia, la falta de abastecimientos y la ausencia de un suministro masivo por vía marítima mantienen la incertidumbre y la zozobra en Trípoli.
La zona céntrica de la ciudad, tras seis meses de guerra y en pleno final del ramadán, muestra una aspecto desolador, con calles sembradas de puestos de control y pocos civiles, pues gran parte de la población mantiene el temor por la persistencia de los enfrentamientos, principalmente al sur de la ciudad.
Hoy, miembros de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) gestionaban en Trípoli la evacuación de los inmigrantes atrapados en la ciudad para ser trasladados a Bengasi, operación que la organización informó que espera completar este fin de semana, aunque no pudo precisar el número de personas a las que implicará.
Mientras el Canal Libia TV, en manos rebeldes, hizo una llamada a la población de la capital para donar sangre en varios hospitales, las organizaciones de defensa de los derechos humanos indagan las denuncias de ejecuciones sumarias de gadafistas detenidos.
De hecho, hoy han sido captadas imágenes de cadáveres que presentaban las manos esposadas a la espalda.
El ministro de Justicia negó cualquier atrocidad y aseguró que "los derechos humanos de las tropas gadafistas son respetados".