Representantes de Gobiernos de 21 países, empresarios, académicos y organismos regionales se reúnen desde este miércoles y hasta mañana en el Primer Congreso Iberoamericano de Telecomunicaciones, con el objetivo de analizar vías para la integración plena de América Latina en la llamada revolución del conocimiento.
Latinoamérica, con cerca de 600 millones de habitantes, es la región más desigual del mundo, según la ONU, y registra una brecha digital en tres niveles: en comparación con el mundo desarrollado, entre las naciones de la región y dentro de los mismos países.
La brecha digital con el mundo desarrollado se traduce en que mientras en América Latina la penetración de la banda ancha fija es del 34 por ciento y de la banda ancha móvil de 18 por ciento, en el grupo de países más industrializados se ubica en al menos el 65 por ciento y el 45 por ciento, respectivamente, indicó la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (AHCIET).
"En la sociedad de la información en que vivimos no tener acceso a las tecnologías, a la internet, es una limitante muy significativa", y América Latina puede, "en los próximos siete años reducir significativamente la brecha digital", aseguró a Efe Pablo Bello, secretario general de la AHCIET.
Eso, si "hoy mismo" arrancan "un conjunto de políticas e iniciativas entre todos los actores, y se plantea un diálogo entre la industria y los Gobiernos basado no en la confrontación sino en la asociación", añadió Bello.
La meta ideal de cara a 2020 es elevar la penetración de la banda ancha fija al 75 por ciento y la móvil al 96 por ciento, los parámetros que se calcula habrá para esa misma fecha en el mundo desarrollado, y eso requerirá inversiones de entre 345,000 y 370,000 millones de dólares, según los resultados preliminares de un estudio de la AHCIET.
La cifra de inversión planteada por la AHCIET generó polémica entre los participantes en el Congreso, así como los diversos cálculos sobre cuándo realmente la región podrá decir que cerró la brecha digital.
"No se puede predecir cuándo se habrá cerrado la brecha digital", porque la tecnología avanza de forma muy rápida y por lo tanto también cambian los conceptos y los mercados, explicó Raúl Echeverría, director ejecutivo del Centros de Registros de Direcciones de Internet para Latinoamérica y el Caribe (LANIC, por sus siglas en inglés).
Lo que sí vaticinó Echeverría es que en dos años y medio habrá 100 millones de nuevos usuarios de Internet en América Latina y el Caribe, donde ahora la penetración promedia el 50 por ciento y hay unos 300 millones de usuarios, según detalló.
La mayor coincidencia entre los expositores del Congreso fue el papel definitorio de las asociaciones público-privadas para reducir la brecha digital.
"La alianza público-privada es esencial", comentó el ministro chileno de Transporte y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Irrázuris, que puso como ejemplo a su país, donde se ha dado un "verdadero incentivo al sector privado".
La importancia de lograr masificar el acceso a tecnología moderna y asequible radica en que se ha comprobado que ello contribuye de manera determinante en el desarrollo económico y social de los países, explicó por su parte el experto en telecomunicaciones del Banco Interamericano de Desarrollo Antonio García.
El incremento en un 10 por ciento de la penetración de la banda ancha impulsa en un 3.2 por ciento el producto interno bruto (PIB) y en un 2.6 por ciento la productividad de los países, precisó García durante su exposición. (EFE)