La segunda edición del documento "La destrucción de México: la realidad ambiental del país y el cambio climático", presentada hoy por esa organización no gubernamental, indica también que un 97 por ciento del territorio "es susceptible, de grado moderado a alto, a la desertificación y la sequía".
La directora ejecutiva de Greenpeace en México, Patricia Arendar, indicó que, si bien el costo anual de la destrucción ambiental en México disminuyó como porcentaje del PIB (de 10 por ciento en 2003 al 8.8 por ciento en 2006), "hablando en pesos, la cifra en bruto aumentó en un 19.85 por ciento".
El documento, divulgado dos día antes de que se conmemore en México el Día Mundial del Medio Ambiente de Naciones Unidas, analiza el estado de los ecosistemas del país y el impacto que las actividades económicas tienen sobre el patrimonio natural y el cambio climático, a la luz de datos oficiales y académicos.
"El gobierno federal sigue planteando una política ambiental que atenta contra los recursos naturales" y "el congreso y los gobiernos estatales tienen cada día menos interés en preservar el medio ambiente", denunció Arendar.
El estudio de Greenpeace asevera también que "hasta hace pocos años las autoridades señalaban que había 25 millones de mexicanos en condiciones de vulnerabilidad frente al cambio climático", pero hoy el mismo gobierno advierte "que el 68.2 por ciento de la población es vulnerable a los impactos de este fenómeno (más de 70 millones de mexicanos)".
Según la organización, de 2000 a 2007 la superficie bajo manejo forestal sustentable en México se redujo de 8.6 a 6.1 millones de hectáreas, "debido a que la política ha privilegiado la reforestación sobre el buen manejo".
México permanece en el quinto lugar mundial en deforestación y cada año pierde alrededor de 600 mil hectáreas de bosques y selvas, puntualizó.
La ONG advirtió de que los recursos marinos en el país están siendo "arrasados por el crecimiento descontrolado del sector pesquero", al punto que de las 44 especies de mamíferos marinos que existían en 1950, hoy "todas están en alguna categoría de riesgo y dos se consideran extintas".
La nación "ocupa el primer lugar del mundo por especies en peligro de extinción y el primero en América Latina por especies amenazadas", agrega la investigación.
Adicionalmente, el texto sugiere que el país incremente el uso de fuentes renovables de energía, descarte el empleo de transgénicos en la agricultura y permita la recuperación de las poblaciones de atún, corvina, pargo y róbalo.
Greenpeace alertó también que el crecimiento "desordenado" del turismo en México, que no respeta "las líneas de costa ni las zonas de manglar", afectará la disponibilidad de agua en los destinos de playa.
Al respecto, detalló que en 2007 operaban 43 campos de golf en el Golfo de California, "no obstante que son zonas desérticas o semidesérticas y con pocos acuíferos", cada uno de los cuales utiliza en promedio 10 mil litros de agua al día.