En un comunicado, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, consideró que la dimisión de Hariri "es otro acontecimiento decepcionante para el pueblo libanés".
Hariri dejó hoy su cargo tras nueve meses sin haber logrado formar un Gobierno por falta de consenso político, en medio de un fuerte recrudecimiento de la crisis económica que estalló en el país en 2019 y que estos días le ha dejado sin luz ni productos básicos.
"La clase política del Líbano ha dilapidado los últimos nueve meses", afirmó Blinken, quien puntualizó que la economía de ese país "está en caída libre y el Gobierno actual no está proporcionando los servicios básicos de manera fiable".
Hariri abandonó inicialmente su puesto a raíz de una oleada de protestas que estalló en octubre de 2019 contra la clase dirigente del país, dando paso a la formación del Gobierno de Hasan Diab en diciembre de ese mismo año.
Sin embargo, el Ejecutivo de tecnócratas de Diab también dimitió en bloque tras la explosión que el 4 de agosto de 2020 asoló la capital libanesa, causando más de 200 muertos, 6,500 heridos y una gran destrucción.
El siguiente encargado de formar gobierno, Mustafa Adib, tiró la toalla apenas un mes después de su nombramiento por falta de consenso entre los bloques políticos, por lo que Hariri volvió a asumir ese reto un año después.
"Es fundamental que se forme ahora un Gobierno comprometido y capaz de implementar las reformas prioritarias", afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense.
En ese contexto, consideró que el Ejecutivo también debe comenzar a prepararse para las elecciones parlamentarias de 2022, que, dijo, deben celebrarse "a tiempo" y de manera "libre y justa".