El contrato, que tendrá una vigencia de 25 años, fue suscrito por el ministro ecuatoriano de Recursos Naturales No Renovables, Wilson Pástor, y el apoderado de Ecuacorrientes, Li Ton King.
El presiente ecuatoriano, Rafael Correa, participó en la ceremonia de suscripción del contrato, celebrado en el Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo en el casco colonial de Quito.
El mandatario, en su discurso, criticó a quienes se oponen a la minería a gran escala y dijo que el proyecto que se desarrollará en el sector El Pangui, en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, fronteriza con Perú, beneficiará de forma prioritaria e importante a las comunidades de esa jurisdicción.
"No podemos ser mendigos sentados en un saco de oro", repitió el mandatario al asegurar que "hoy se inicia una nueva era en el Ecuador" con la firma de este proyecto, al que ha calificado de clave para el desarrollo del país.
Pástor destacó el contrato con la china Ecuacorrientes, sobre todo porque establece una participación del Estado del 52 por ciento en la renta, la cual incluso podría ajustarse al alza si sube el precio de los minerales.
Recordó que Ecuacorrientes está formada por las compañías Tongling Nonferrous Metals Group y China Railway Construction; la primera considerada una gigante de la minería mundial, y la segunda emblemática por haber construido toda la red ferroviaria en China.
Pástor también agradeció el apoyo de Chile en la negociación del contrato y dijo que expertos de Codelco y Cochilco se unieron a otros especialistas de Estados Unidos y Canadá para sacar adelante el proyecto.
La producción comenzará a finales de 2013 y alcanzará su máximo en 2015 y las autoridades estiman que las reservas probadas podrían superar los 5,000 millones de libras de cobre.
Para el desarrollo de la mina, la empresa construirá carreteras en la zona e invertirá en el puerto Bolívar, en la provincia costera de El Oro, fronteriza con Perú, para sacar por allí el cobre en bruto, que probablemente sea refinado en China.