Así lo aseguró esta noche a Efe el presidente del Comité de Navantia Ferrol, Ignacio Naveiras, de CCOO, al término de un encuentro de dos horas mantenido esta tarde en la factoría ferrolana con el máximo responsable del grupo naval.
Según Naveiras, Revuelta les trasladó que el contrato con la empresa mexicana "sigue en pie". "Nos dijo que confiaba en que los buques de Pemex se empezaran a construir en semanas, y no en meses", explicó Naveiras.
La reunión se produjo a partir de una protesta de un grupo de delegados sindicales de los Comités que este mediodía se concentraron aproximadamente durante 15 minutos ante las oficinas de dirección como medida de presión para forzar un encuentro con el presidente de la empresa pública, José Manuel Revuelta, que se encontraba de visita en el astillero ferrolano junto al embajador de Estados Unidos en España, Alan Somolont.
A la reunión con los sindicatos también asistió esta tarde el antiguo responsable de los astilleros de la ría, Esteban Vilasanche, actual director industrial de Navantia.
Fuentes sindicales han explicado a Efe que se encontraron con la "visita sorpresa" del presidente del grupo naval junto al embajador norteamericano y que trataron de forzar un encuentro con los directivos para "pedir explicaciones por los retrasos" en los buques comprometidos por la empresa petrolera mexicana.
La plantilla directa y auxiliar de Navantia está llamada a participar mañana, jueves 17, en una asamblea a las 10:30 horas para fijar un nuevo calendario de movilizaciones.
Naveiras también ha pedido hoy a Revuelta que se ponga fecha a la comisión que estudia la viabilidad del dique flotante para Ferrol en la que participan alcaldes de la ría y los sindicatos y que se reunió por última vez en noviembre.
"Las explicaciones que nos dan son un tanto ambiguas", consideró Naveiras. No obstante, puntualizó que el presidente de Navantia se había comprometido a hacer un esfuerzo para mejorar la fluidez de las relaciones entre la dirección y la plantilla a través del Comité Intercentros, que demanda una reunión para analizar la situación financiera del grupo naval público.
El retraso en fijar una nueva fecha para ha incrementado el malestar entre unos 2.500 operarios ya angustiados por la falta de nuevos contratos militares para garantizar el futuro de los dos astilleros públicos de la ría ferrolana, motor económico de la comarca.