"Texas ejecutó a un mexicano a pesar de las objeciones de su país", tituló el diario Dallas Morning News, al hacer notar la intervención del propio Secretario de Estado, John Kerry, a favor de que esta fuera aplazada.
La intervención de Kerry tuvo como base el fallo de la Corte Internacional de Justicia que en 2004 fallo a favor de 51 mexicanos condenados a muerte en Estados Unidos, incluyendo a Tamayo, en un caso contra este gobierno.
La corte dictaminó entonces que Estados Unidos incumplió la Convención de Ginebra sobre Relaciones Consulares al negar a estos mexicanos su derecho a recibir asistencia consular al momento de su arresto.
En una misiva dirigida a funcionarios del gobierno de Texas, Kerry expresó sus preocupaciones sobre el impacto que su negativa a acatar el fallo de la corte podría tener sobre estadunidenses detenidos en otros países, de acuerdo con el periódico Los Ángeles Times.
El diario Detroit Free Press hizo notar por su parte que las autoridades texanas optaron por proceder con la ejecución "ignorando objeciones del Departamento de Estado, así como presión diplomática internacional".
The Washington Post destacó que la ejecución de Tamayo tuvo lugar después de que el equipo legal del mexicano perdió su último intento para lograr que la Suprema Corte de Justicia ordenará un aplazamiento.
Hizo notar igualmente que el llamado de Kerry al procurador estatal de Justicia, Gregg Abbott, fue reiterado de nueva cuenta el martes por el Departamento de Estado, sin resultado alguno.