Consejo de Seguridad expresa preocupación y pide cese inmediato de la violencia en Jerusalén

El Consejo de Seguridad de la ONU expresó gran preocupación por la escalada de tensiones en Jerusalén, particularmente en la zona de la Explanada de las Mezquitas Haram Al-Sharif, y pidió el cese inmediato de la violencia que ahí tiene lugar entre palestinos y la policía israelí desde el domingo pasado.

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En una declaración a la prensa emitida la noche del jueves, los integrantes del órgano de seguridad llamaron a la contención, a evitar acciones y retórica provocadoras, y a mantener en el papel y la práctica el estatus quo histórico del complejo religioso.

En este sentido, recordaron que la población musulmana debe ser libre de orar en la mezquita de Haram Al-Sharif de manera pacífica, sin afrontar amenazas, violencia, ni provocaciones; mientras que los visitantes del sitio deben mostrar respeto por el lugar y acudir a él sin temor ni intimidaciones.

El complejo religioso es custodiado por Jordania, según el tratado de paz de 1994 entre ese país e Israel.

El Consejo también pidió respetar las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos, y urgió a todas las partes a trabajar unidas para rebajar las tensiones y desalentar la violencia en los sitios sagrados de Jerusalén.

Del mismo modo, los miembros del Consejo instaron a tomar todas las medidas adecuadas para que evitar las provocaciones y volver a la normalidad de una manera que promueva las expectativas de paz entre israelíes y palestinos.

El mismo jueves por la mañana, el Grupo de Países Árabes expresó su respaldo a los palestinos y aseveró que haría todo lo que estuviera a su alcance en el ámbito de la ONU para apoyar la causa palestina y garantizar que no hubiera una nueva agresión como la que está ocurriendo en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Oriental.

Los embajadores de los países árabes también señalaron que no aceptarían que el Consejo de Seguridad continuara esperando y eludiendo su responsabilidad de condenar la agresión y ordenar que cesara.

La policía israelí entró el domingo pasado a la zona de la Mezquita al-Aqsa arguyendo que se trataba de un operativo contra extremistas, lo que provocó una serie de choques entre palestinos y esa fuerza pública.

Esa violencia continúa y ha producido decenas de heridos, generando una amplia condena internacional y de la Autoridad Palestina, mientras que Israel ha anunciado que usará todos los medios para mantener el status quo y el orden en ese complejo de sitios religiosos.

El embajador palestino se había reunido el martes de esta semana con el presidente del Consejo de Seguridad para solicitar a ese órgano que se pronunciara con respecto a la situación en Jerusalén Oriental. Más tarde, el presidente del Consejo anunció que habría una declaración ese día, pero ésta no se produjo hasta la noche del jueves.