En enviado prometió que aumentará de 50,000 a 800,000 dólares anuales su contribución para financiar al consejo integrado por 47 Estados, con vistas a la aspiración de Pekín de volver a formar parte del mismo.
El funcionario reconoció las carencias en el respecto a los derechos humanos en su país, aunque al mismo tiempo rechazó las críticas por la supuesta represión de la libertad de expresión.
Pekín se somete hoy a una revisión de la situación de los derechos humanos en el país, algo que es obligatorio para los 193 Estados miembro de la ONU.
Expertos de la ONU habían criticado antes la persecución de los activistas que defienden esos derechos en China.
El representante de Pekín aseguró que los derechos políticos de los chinos están actualmente mejor garantizados, al tiempo que se han reforzado los esfuerzos por lograr una Justicia transparente.
La protección de los derechos humanos es importante, pero la condición para ello es el desarrollo económico, algo que tiene prioridad para China, dijo su representante.