Entre las 298 víctimas mortales hay nueve británicos. "Es un caso totalmente chocante, no se puede aceptar", dijo el premier tras una reunión del gabinete de seguridad.
Cameron instó a Rusia y Ucrania a hacer todo lo posible para que la verdad salga a la luz. Todos los gobiernos deben colaborar para que se pueda investigar el lugar de los hechos, dijo el mandatario, que no anunció niguna medida concreta.
"Hasta que no sepamos más no es posible decir más, pero trabajaremos duro para llegar al fondo de la cuestión", dijo el jefe de gobierno conservador.
El príncipe Guillermo habló hoy por su parte en la embajada de Australia, país del que procedían 27 de las víctimas. "Las palabras no bastan para transmitir el sentimiento de pérdida de todos los que perdimos a compatriotas en la tragedia", afirmó. (DPA)