Según las primeras informaciones, las víctimas fatales son cuatro mujeres que trabajaban en la planta, ubicada en la periferia de la ciudad de Santo Antonio do Monte. Además, un hombre sufrió quemaduras y debió ser hospitalizado, pero no corre riesgo de muerte.
Uno de los directores del Sindicato de las Industrias de Explosivos (Sindiemg), Américo da Silva, aseguró que la fábrica operaba en forma legal y seguía todas las exigencias de seguridad.
"Hay allá un ingeniero de seguridad y técnicos, y además ellos tienen todos los equipos necesarios", expresó Da Silva a la agencia de noticias brasileña Estado.
Las causas del accidente serán investigadas por expertos forenses de la policía civil y también por el Ejército brasileño. (DPA)