"El secretario general ha enviado una carta al presidente Al Asad sobre este asunto y le recuerda que la responsabilidad principal del Gobierno es garantizar la seguridad de sus ciudadanos", dijo hoy ante la prensa el portavoz de la ONU, Martin Nesirky.
El máximo responsable de Naciones Unidas expresó nuevamente su "gran preocupación" por la posible presencia de armas químicas y advirtió que si se utilizaran sería un "crimen escandaloso" que tendría consecuencias "aterradoras", según Nesirky.
Coincidiendo con las gestiones de Ban, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, advirtió hoy al régimen de Al Asad que si llega a utilizar armamento químico será "una línea roja" y una responsabilidad sobre la que tendrá que responder.
"La comunidad internacional está unida y preocupada ante un régimen cada vez más desesperado que podría usarlas (en referencia al arsenal químico) o perder su control a manos de los numerosos grupos" que actúan en el país, dijo Clinton en Bruselas.
Ban, por su parte, reiteró que la escalada de violencia debe llegar a su fin y dar paso a negociaciones para resolver una crisis que comenzó en marzo del año pasado y que se ha cobrado ya la vida de decenas de miles de personas, según el portavoz de la ONU.
Precisamente hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) condenó el ataque contra una escuela en un campo de refugiados a las afueras de Damasco en el que murieron al menos nueve alumnos y una profesora por el impacto de varios proyectiles.
La violencia se ha recrudecido en Siria en medio de la parálisis de los esfuerzos políticos mediadores, que no han logrado poner fin a un conflicto que comenzó en marzo de 2011 y ha derivado en una guerra civil.
Desde entonces se estima que han muerto más de 30,000 personas en Siria, aunque algunos informes no verificados hablan ya de más de 40,000 fallecidos, mientras que el éxodo de refugiados supera ya los 200,000, según cifras de Naciones Unidas.