El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, afirmó hoy tras su arribo a Brisbane que tiene "una expectativa muy grande" respecto de la discusión sobre la cuestión de las deudas soberanas. "El G20 no va a eludir la cuestión" estimó.
"Las reestructuraciones de deuda son con 'default' o sin 'default'. Estamos en una situación en la que hay países que no pueden pagar", señaló Kicillof, quien encabeza la delegación argentina debido a que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no pudo viajar por cuestiones de salud.
El ministro argentino alertó que "donde hay una reestructuración hay un enjambre de (fondos especulativos de inversión) buitres esperando para hacer un negocio como el que hicieron en Ecuador, en el Congo, en muchísimos países".
"Hoy en toda reestructuración de deuda aparece esta cuestión de la litigiosidad. Esos grupos especulativos, judiciales, buscan comprar títulos para ir a generar un daño e impedir las reestructuraciones, o sea que realmente son una plaga mundial", remarcó.
Kicillof consideró que el camino planteado en las Naciones Unidos de crear una convención sobre reestructuraciones de deudas soberanas "es el único que puede resolver" el tema.
"Hay muchos (países) que piensan que la solución puede estar en el Fondo Monetario Internacional (FMI)", consideró el jefe del Palacio de Hacienda argentino en declaraciones citadas por la agencia argentina Télam.
"Evidentemente el FMI tiene que tener un papel y que también los contratos tienen que modificarse, pero desde el punto de vista de la cuestión fáctica lo que se necesita es instrumentar un mecanismo internacional que solucione diferendos, pero que además permita que los ataques de los fondos 'buitre' que han sido feroces y lo van a seguir siendo, no puedan reproducirse. Esto implica un fuerte compromiso de todos los países del G20 para no darles cabida y no darles incluso mayor poder de daño", subrayó.
Argentina enfrenta un conflicto en la Justicia de Estados Unidos con los fondos de inversión especulativos que poseen bonos soberanos argentinos en cesación de pagos desde 2002 y reclaman su pago completo, sin los amplios recortes acordados en las reestructuraciones de deuda de 2005 y 2010 a las que adhirió el 92.7 por ciento de los acreedores. (DPA)