Greg Fugate, administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) advirtió que “toda la costa este debe estar alerta”, aunque matizó que aun es muy temprano para decir donde tocará tierra el huracán.
El director del Centro Nacional de Huracanes (CNH), Bill Read, dijo a su vez que Irene es una “enorme tormenta” que probablemente se acercará la mañana del sábado a la costa de las Carolinas.
Pero incluso Nueva Inglaterra podría recibir el impacto de Irene, añadió Read.
Los funcionarios citaron a una rueda de prensa urgente en las instalaciones del CNH en Miami ante el avance de Irene y en momentos en que la costa este del país enfrenta la primera amenaza seria de un huracán en tres años.
El más reciente huracán que tocó tierra en Estados Unidos fue Ike, que causó destrozos en Texas en 2008.
Ambos funcionarios coincidieron en que las proyecciones muestran a Irene pasando cerca de la costa de Florida como un huracán de categoría 3 o 4 para el fin de semana, dejando sentir vientos con fuerza de tormenta tropical en la entidad.
"Con las proyecciones actuales es difícil que el centro del huracán cruce Florida (...) pero si se sentirán sus efectos periféricos como erosión de las playas y vientos con fuerza de tormenta tropical”, expresó Read.
Tanto Read como Fugate advirtieron que toda la costa atlántica media y todo el noreste del país deben “poner atención a –la trayectoria- de Irene”.
La más reciente ocasión que un huracán con una trayectoria similar azotó la región fue en 1983, indicó Read.
Irene era el martes un huracán categoría 2 en la escala Saffir Simpson ( de 5 niveles) y tenía vientos máximos sostenidos de 160 kilómetros por hora.
A las 11:00 horas locales el ojo del fenómeno se ubicaba a 85 kilómetros al norte-noroeste de Puerto Plata, República Dominicana, y avanzaba hacia el oeste-noroeste a casi 17 kilómetros por hora.
El huracán ya causó destrucción a su paso por el Caribe sobre todo en Puerto Rico y República Dominicana.