En este sentido, hizo un llamado al gobierno federal y a los diversos sectores de la nación a no dejar de atender la crisis económica, la inseguridad y el abandono social.
Indicó que “no se puede esconder el sol con un dedo o con escenografías” lo que acontece en el país y sostuvo que el recorrido que hará el jerarca religioso en diversos estados y la Ciudad de México, pondrá los ojos del mundo en nuestra nación.
Confió en la sensibilidad del Papa Francisco que, como latinoamericano, sabe de la problemática que compartimos México y Argentina, en particular, y, en general, todos los países de la zona, de manera que su visita no debe ser sólo anecdótica.
Recordó las declaraciones del dignatario católico de que no vendría al país “como Rey Mago, cargado de cosas para llevar mensajes, ideas y soluciones a problemas”, sino netamente como “peregrino”.
Recalcó que esta visita pastoral no debe ser factor para poner de lado asuntos muy importantes para los mexicanos, miles de los cuales están en riesgo de perder sus empleos e ingresos por causa del encarecimiento del dólar y la caída de los precios del petróleo o aquellos que esperan justicia por sus familiares muertos o desaparecidos en la ofensiva que se ha desatado contra el crimen organizado.
El legislador federal añadió que el Pontífice de Roma y su gente cercana han dejado claro que “Francisco” está al tanto de lo que pasa en México y por ello decidió qué entidades visitar y con qué grupos establecer contacto.
Por ello planteó que en lugar de que los reclusos participen en los arreglos del penal que el jerarca visitará en Chihuahua, el Estado mexicano debiera trabajar no sólo para quedar bien con él, sino con el pueblo al que gobierna y atender el problema de sobrepoblación de todos los centros penitenciarios de la República, así como hacer que se aplique la ley conforme a Derecho, trabajar con el Legislativo para perfeccionar las leyes de manera que sean los verdaderos delincuentes los que estén internos, y no la gente más pobre y vulnerable.
Lo mismo –agregó-, con las víctimas de violencia, migrantes e indígenas, con quienes el Obispo de Roma se reunirá en los días de su gira pastoral en nuestro país.
En México, enfatizó Zambrano Grijalva, “tenemos problemas urgentes por atender, hay temas de primerísima importancia que estamos obligados a discutir en un ánimo constructivo. Es prioritario que nos reunamos para dialogar, porque la situación del país, de la gente, de los trabajadores, no puede aguantar más”, dijo.
El presidente de la Cámara de Diputados recordó el carácter laico que deben guardar las instituciones del país, luego de tener presente que en 2013 -por primera vez en la historia de las relaciones bilaterales de México con El Vaticano- un presidente (Enrique Peña) asistió a la ceremonia de entronización del Papa en la Plaza de San Pedro, y –a su vez- Francisco será el primer líder católico en ser recibido en Palacio Nacional.
Zambrano Grijalva puntualizó que todos estamos obligados a respetar las leyes que nos hemos dado y el Artículo 40 de la Constitución Política deja claro que el Estado es garante de los derechos y libertades religiosas, pero en modo alguno debe ser parte para inculcar creencias a sus ciudadanos. Está obligado a mantener absoluta neutralidad, enfatizó.
“Nuestro Estado es laico, porque cumple con la libertad de conciencia; autonomía entre lo político y lo religioso; igualdad entre individuos y asociaciones ante la ley; y el respeto a la no discriminación por motivos religiosos. Esto lo debemos tener muy presente en nuestras acciones quienes desempeñan cargos públicos o tenemos representaciones populares, desde las funciones de gobierno o partidarias”, aseveró.