El fallo rechazó el argumento de la Fundación Nacional de Deportes de Tiro (NSSF) y las compañías de venta de armas J&G Sales y Foothills Firearms, que exigían a la Corte que bloqueara la medida por coartar la libertad del comprador de armas de fuego.
En 2011, el gobierno de Estados Unidos dio luz verde a una iniciativa que exigía a los comercios de armas en Arizona, California, Nuevo México y Texas, que avisaran a las autoridades cuando una persona adquiriera varios rifles semiautomáticos como el AK-47 a lo largo de cinco días.
Esa compra se considera una venta sospechosa que podría ir destinada al tráfico de armas transfronterizo que alimenta la violencia en México.
Para las organizaciones demandantes, la medida de Obama es una forma encubierta de establecer un registro nacional de propietarios de armas de fuego, algo a lo que se oponen frontalmente.
"Debido a que la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF) envió su petición solo a un 7 por ciento de los comerciantes en el país y requirió la información únicamente en un pequeño número de transacciones, esto no es, ni de lejos, la creación de un registro nacional de armas de fuego", se manifiesta en el acta judicial.
Tras esta apelación, NSSF todavía tiene el recurso de acudir hasta el Tribunal Supremo de Estados Unidos, última instancia judicial del país, para frenar la aplicación de la medida.