La iniciativa plantea cambios en las fracciones I y III para incluir que en las actividades agropecuarias, los procesos productivos primarios estén basados en agricultura, ganadería y silvicultura, en la que se plantea el aprovechamiento de insectos para su consumo humano.
La importancia de la propuesta radica en que los insectos de mayor demanda en el país: chapulines, jumiles, chinicuiles, gusanos de maguey, escamoles, hormigas, abejas, libélulas, termitas, mariposas, pulgones, chinches y escarabajos, aportan cantidades considerables de proteínas que se recomiendan en la dieta diaria.
Aunado a ello, dijo el senador, aportan minerales, vitaminas y grasas, pero se debe considerar que el aporte nutritivo depende de cada una de las especies, su hábitat y la preparación de los platillos que acompañen a los insectos.
Ejemplo de ello, son los chapulines, que contienen entre el 70 y 77 por ciento de proteínas, más que el 50- 57 por ciento que proporciona la carne de res; los gusanos tienen entre el 20 y el 40 por ciento, existiendo 16 especies con más del 50 por ciento de proteínas.
López Brito agregó que incluir la entomofagia, o consumo de insectos, en la dieta diaria, contribuirá a la seguridad alimentaria, pues de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) su ingesta complementaría la alimentación de dos mil millones de personas en el mundo.
La iniciativa que modifica el artículo 3 de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable fue turnada a las comisiones unidas de Desarrollo Rural y de Estudios Legislativos.