El legislador federal resaltó que el lavado de dinero ha quedado al margen de las prioridades, pero no por causa de un marco normativo deficiente -aun cuando puede mejorarse-, sino por la inactividad de las autoridades competentes para llevar al cabo las investigaciones correspondientes o una falta de coordinación suficiente entre diversas expresiones de nuestro sistema bancario o sus sociedades.
Durante su participación en el Cuarto Encuentro de Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo, organizado por TM Sourcing y realizado el pasado viernes en la Ciudad de México, Zambrano Grijalva indicó que el Poder Legislativo tendrá que asegurarse de que el Sistema Nacional Anticorrupción cumpla con los objetivos para los que fue conformado y no dar margen –una vez más- a la indiferencia de las autoridades competentes por “falta de recursos”, por lo cual –dijo- la labor principal en estos días será verificar que el recién entregado Paquete Económico, considere fondos adecuados para la Procuraduría General de la República (PGR) y los órganos de inteligencia adscritos a las secretarías de la Defensa Nacional, de Hacienda y de la Marina, así como del Banco de México, entre otros.
“Si la PGR no tiene los recursos suficientes ahora que ya sea creada la figura del Fiscal Nacional Anticorrupción, y si la Unidad de Inteligencia Financiera, no va de la mano con los propios sistemas de inteligencia del Banco de México, pues no va a servir de gran cosa lo que estamos haciendo ahora a la luz de la presentación del Presupuesto de Egresos entregado al Congreso. Hay que revisar cómo viene porque Gobernación, por ejemplo, tiene cuatro veces más recursos para 2017 que lo que se está asignando a la Procuraduría. Vamos a ver qué tanto se está pretendiendo asignar al Fiscal Anticorrupción para que aterrice bien lo que hemos estado legislando”, subrayó.
Expuso que el fenómeno de lavado de dinero y las estrategias de combate al mismo, debieran constituir una de las áreas más sensibles por atender en este país, sólo es necesario reforzar a los órganos de inteligencia: “Ya estamos equipados con el entramado legal, ahora debemos fortalecer las acciones de inteligencia que son columna vertebral para la ofensiva contra las expresiones de corrupción, de reto al Estado nacional y al Estado de Derecho puesto que involucra crímenes, secuestros, manejo de personas y el envenenamiento de familias y sociedades a través de sus hijos, especialmente jóvenes”.
“El combate a la corrupción debe ser inflexible porque nos cuesta cerca de 100 mil millones de dólares al año entre recursos públicos que no llegan, y cobros indebidos para hacer tal o cual actividad desde instancias oficiales. No podemos quedarnos cruzados de brazos, hay que actuar. Se debe ilustrar la manera en que la corrupción afecta social, económica y culturalmente a comunidades enteras, a familias, a las nuevas generaciones. Cómo puede costar –incluso- vidas y oportunidades de crecimiento para nuestra nación porque los recursos no llegan a servicios de salud, alimentos y a escuelas”, explicó.
Este fenómeno de la corrupción lastima a la sociedad mexicana porque son los recursos que la gente paga legalmente de sus impuestos, de sus ingresos legalmente habidos; para que se los apropien indebidamente los funcionarios públicos, por supuesto que no debe ser. Quienes quieran hacer negocios, tienen que pasar por filtro, y otra modalidad para la obtención de recursos ilícitos que luego entran a los circuitos financieros por la vía del lavado de dinero, planteó.
Vamos a esperar el inicio de trabajos del Sistema Nacional Anticorrupción, que se nombre al Fiscal Nacional Anticorrupción y se formen todos los organismos que se desprenden de este entramado legal. Si echamos a andar el Sistema, la figura de “extinción de dominio”, tan importante, no se va a circunscribir solamente a modelos clásicos del crimen organizado sino a lo que tiene que ver con un combate efectivo a la corrupción.
Creo –añadió- que para ello se requiere efectivamente, un cierre de filas institucional y, en la medida de lo posible, extra-institucional entre lo que constituye nuestro trabajo como legisladores; del Poder Ejecutivo en sus diversas expresiones (tanto los órganos que tienen que ver con la actividad punitiva policíaco-militar y los órganos de inteligencia financiera) y también la colaboración y participación de organizaciones de la sociedad civil para construir una cultura de la denuncia, que nos presenten propuestas para legislar y el Estado las haga suyas.
Lo que nos preocupa y nos ocupa, insistió Zambrano, es que nunca más nadie tenga la capacidad que sólo corresponde al Estado Mexicano: el monopolio de las armas para garantizar la seguridad nacional, por una parte, y el cobro de impuestos para su aplicación en favor de la sociedad mexicana, por la otra.
“En el momento actual --enfatizó-- hay que apostarle a los órganos de inteligencia. Lo he hablado con autoridades del gobierno mexicano: con la Procuradora y los secretarios de la Defensa y de Marina. Les he manifestado clara y abiertamente que si bien se debe aplicar la acción punitiva policíaco-militar con puntos de precisión; resulta fundamental la inteligencia financiera para debilitar a los grupos criminales a partir de sus finanzas”.
“Si no cortamos los resortes financieros del crimen organizado, aunque agarremos a mil “Chapos” Guzmán (que luego se nos escapen y los recapturen en actos mediáticos amplios), si no se va al fondo del asunto, no vamos a lograr gran cosa en el país”, concretó.