"Se han logrado avances concretos, pero se mantienen algunas diferencias", agregó la encargada de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), que anunció que las conversaciones continuarán el 20 y 21 de noviembre en Ginebra.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, no se mostró decepcionado por la falta de un acuerdo con los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Francia, Rusia, China y Reino Unido) y Alemania tras los tres días de conversaciones en Ginebra.
"No estoy decepcionado en absoluto. Tuvimos días muy productivos, y eso es algo en lo que podemos basarnos y seguir construyendo", dijo.
"Es importante que todas las partes tengan el objetivo político y la buena voluntad de una solución. Hemos dado el primer paso y seguiremos trabajando a pesar de las diferencias en una solución".
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo que se había logrado un "avance significativo".
Kerry dijo a la prensa en la madrugada del domingo, que sin duda el acuerdo estaba más cerca que antes. Las conversaciones necesitan tiempo para superar la desconfianza existente desde hace mucho tiempo entre Occidente e Irán.
Sin embargo, el secretario de Estado advirtió que la ventana de la diplomacia no estará abierta indefinidamente. "El tiempo corre", recalcó el jefe de la diplomacia estadounidense. El objetivo de las negociaciones sigue siendo evitar que Irán construya una bomba nuclear.
Durante las negociaciones, el llamado grupo 5+1 ofreció a Irán una solución de transición: el levantamiento temporal de algunas sanciones a cambio de suspender por ahora su programa nuclear.
Se eliminarán algunas de las sanciones económicas impuestas a Irán y se liberarán fondos bloqueados de ingresos del petróleo en cuentas bancarias en el extranjero.
Un segundo paso consiste en negociar un acuerdo más amplio para garantizar que Irán no tengan un programa de armas nucleares bajo el pretexto del uso de energía nuclear civil.
Teherán quiere despejar esa preocupación pero a cambio exige el reconocimiento de su derecho a desarrollar un programa atómico civil limitado al enriquecimiento de uranio al cinco por ciento y el levantamiento de las sanciones económicas contra el país.
Zarif no se refirió a las declaraciones previas del ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, quien dijo que tras los avances del viernes, este sábado se encontraron con un obstáculo, en concreto, por el cese del enriquecimiento de uranio y la suspensión de la construcción de un controvertido reactor.
"Para nosotros, esto es un punto serio", dijo Fabius a la radio France Inter en referencia al reactor de agua pesada Arak, que cuando comience a funcionar el año próximo podría producir plutonio adecuado para fabricar armas atómicas.
Zarif sólo agregó que espera un acuerdo en la próxima ronda de conversaciones programada en Ginebra en pocas semanas.
Por su parte, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, también confirmó a la prensa que hubo avances importantes en las negociaciones en Ginebra.
"Tuvimos dos días muy intensos de negociaciones y logramos avances importantes. Sin embargo, aún quedan cuestiones pendientes por aclarar. "Nuestro objetivo es una solución completa que evite un Irán con armas nucleares", indicó el ministro alemán.
Esta mañana se reunieron John Kerry y Ashton, y después ambos con su homólogo iraní Zarif.
Los tres ya habían celebrado un encuentro el viernes de cinco horas. A nivel interno Zarif enfrenta la oposición de los dirigentes de línea dura y en el plano internacional el posible acuerdo ha sido rechazado por Israel.
China y Rusia enviaron este sábado a sus ministros de Exteriores a Ginebra ante el hecho de que el avance parecía inminente y para impulsar las conversaciones.
Fuentes diplomáticas cercanas al encuentro indicaron que lo más difícil es establecer las concesiones que ambas partes harán en un primer acuerdo, tras años de parálisis y desconfianza entre Irán y Occidente.