Al defender una vez más su estrategia contra la delincuencia y la inseguridad en el país, López Obrador aseguró que "el Estado mexicano tiene posibilidad de enfrentar cualquier situación contraria a la sociedad, a los ciudadanos".
"Lo que queremos es que podamos resolver los problemas sin violencia. Que no se violen derechos humanos, que se use la fuerza de forma regulada, que no haya ese afán autoritario, fascistoide que prevalecía de querer exterminar, arrasar, acabar con el contrario, sino que cuidemos la vida de todos y al mismo tiempo se garantice la paz", declaró.
En su conferencia de prensa cotidiana, el mandatario enfatizó que el Ejército es disciplinado, leal y profesional, y que "por muy importante que sea un grupo delictivo no es posible enfrentar al Estado".
"Además no son solo las Fuerzas Armadas. El Gobierno maneja seis billones de pesos (313.643 millones de dólares) de presupuesto anual. Pero no se trata de actuar de forma autoritaria, prepotente", indicó.
Al preguntarle un periodista sobre las declaraciones de Carlos Gaytán Ochoa, un general del Ejército que recientemente cuestionó las decisiones estratégicas del Ejecutivo y habló de una polarización de la sociedad, el presidente dijo que no le preocupan "porque lo más importante en los nuevos tiempos es que no domina la cúpula de poder".
"Es algo que respetamos. En una democracia tiene que haber divergencias. Pero no pasa de eso", aseveró.
Dijo que Gaytán Ochoa fue funcionario durante un gobierno conservador anterior. "Él tiene una visión distinta", remarcó.
Cuestionado por la información inexacta que el Gobierno dio ese día sobre lo que ocurría en Culiacán, el presidente defendió que al día siguiente se rectificó: "Tuvimos el valor de decir que nos equivocamos", expresó.
Además, opinó que los medios de comunicación no pueden "poner en tela de juicio" la decisión de liberar al hijo del Chapo porque tenía el objetivo de salvar vidas en lugar de proseguir con la guerra contra el narcotráfico que, según el presidente, "convirtió México en un cementerio".
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dijo que el Gobierno no tuvo ninguna "intención de mentir".
"Nunca existió ni existirá en el gabinete (la voluntad de mentir) porque no protegemos a nadie. Asumimos la responsabilidad de haber recibido información equivocada", expresó el funcionario.
A su vez, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, refirió que a raíz de la ola de violencia que siguió al malogrado operativo para detener a Ovidio Guzmán en Sinaloa hubo amenazas de acciones criminales en otros estados, "enfocadas a agredir a nuestros servicios y realizar acciones contra la población e instalaciones estratégicas".
Por ello, añadió, se alertó a los comandantes militares de las diferentes zonas "para responder en caso de que fueran ciertas las amenazas".
"Tenemos una estrategia de protección ciudadana basada en el despliegue permanente y la coordinación entre todas las fuerzas del Estado", acotó.
Aseguró que el grupo especializado en la captura de narcotraficantes es el que decidió actuar en Sinaloa, y el gabinete de seguridad no tenían gran información del tema.
Sandoval admitió que hubo un ofrecimiento de dinero por parte del cártel de Sinaloa a un militar durante el operativo, pero este lo rechazó y por ello fue amenazado.
En su oportunidad, el secretario de Marina, José Rafael Ojeda, aseguró que hoy más que nunca "las Fuerzas Armadas están unidas".
"No van a poder separarnos. Estamos trabajando por una misma causa, que es la seguridad de la sociedad", manifestó.