Londres y Bruselas encallan en la negociación del futuro tratado comercial

La segunda ronda de negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido celebrada durante la semana ha concluido este viernes sin avances en el acuerdo comercial que regirá la relación entre ambos a partir del próximo año ni en el resto de áreas abordadas, y con reproches mutuos por el estancamiento de las conversaciones.

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El negociador de la UE, Michel Barnier.

Al término de la ronda, el negociador de la UE, Michel Barnier, ha calificado los resultados de estos días de "decepcionantes", al tiempo que ha acusado al Reino Unido de querer avanzar solo en una parte de los asuntos, mientras un portavoz del Gobierno británico ha reconocido en un comunicado que el progreso ha sido "limitado" y ha reiterado que la UE quiere imponer sus condiciones.

"Necesitamos hacer progresos en todos los asuntos en paralelo. Necesitamos encontrar soluciones en los temas más difíciles. El Reino Unido no puede rechazar extender la transición y al mismo tiempo ralentizar las discusiones sobre áreas importantes", apuntó Barnier.

El Reino Unido se retiró de la UE el 31 de enero pasado, pero existe un periodo transitorio de once meses en el que ambos quieren cerrar la futura relación comercial. Londres puede prorrogarlo hasta finales de 2021 o 2022 si lo solicita antes del próximo julio, algo que por el momento ha descartado.

"Hay cuatro áreas en particular en las que el progreso esta semana fue decepcionante", declaró el político francés durante una rueda de prensa, en referencia a la pesca, la competencia, la gobernanza de la futura asociación y la cooperación judicial y policial.

En cuanto a la pesca, según Barnier, no ha habido progresos "tangiles" y ha asegurado que Londres no ha presentado una propuesta por escrito. La UE no acepta un acuerdo comercial que no incluya "una solución equilibrada, sostenible y de largo plazo para la pesca", ha recalcado.

Londres ha señalado que la UE "aparentemente" pide que acepte "la continuidad de las cuotas actuales" y ha advertido de que solo habrá progresos si el bloque comunitario acepta que "Reino Unido tendrá el derecho a controlar el acceso a sus aguas al final de este año".

Sobre el acuerdo comercial ofrecido por la UE, que en palabras del político francés supondría "un acceso sin precedentes" al mercado único para el Reino Unido, el bloque comunitario quiere asegurarse que no habrá distorsiones comerciales injustas y ventajas competitivas injustificadas para Londres, por ejemplo, en ayudas de Estado o medidas fiscales.

"No habrá un acuerdo comercial ambicioso sin una igualdad de condiciones ambiciosa con una competencia abierta y justa", advirtió.

En cambio Londres cree que la propuesta de Bruselas para regular el comercio de bienes entre ambos se "queda muy corta" respecto a otros acuerdos de libre comercio que la UE ha firmado con otros "países soberanos".

Esa circunstancia "reduce significativamente el valor práctico de la aspiración compartida de establecer cero cuotas y cero tarifas", señala el comunicado del Ejecutivo británico.

Si se llega al final de este año sin un pacto entre Londres y Bruselas, se produciría un escenario similar al de un Brexit sin acuerdo, en el que las relaciones comerciales se basarían en las normas genéricas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la colaboración en numerosos ámbitos quedaría suspendida.

En el caso de la gobernanza de la futura asociación, Bruselas opta por un marco global, mientras que Londres prefiere cerrar numerosos acuerdos sectoriales.

Reino Unido se niega a incluir en el acuerdo referencias al cambio climático y tampoco quiere comprometerse de manera formal a seguir aplicando la Convención Europea de Derechos Humanos y no ve posible por ahora hacer concesiones en este aspecto.

"No se harán progresos" en esos dos ámbitos "hasta que la UE abandone su insistencia en imponer condiciones al Reino Unido que no se encuentran en otros acuerdos comerciales de la UE y que no tienen en cuenta el hecho de que hemos abandonado la UE y somos un estado independiente", afirmó Londres.

Los Veintisiete también pretenden que el Reino Unido reconozca el rol del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en cuestiones relacionadas con el derecho comunitario y exige garantías "firmes" en cooperación judicial, policial y en materia penal.

La ronda se ha realizado por videoconferencia debido a las restricciones impuestas por la epidemia de COVID-19.