El objetivo del acuerdo es impulsar el mejoramiento genético del trigo para la producción sustentable en países como México y Afganistán, conservación de las variedades locales -y sus parientes silvestres-, así como aprovechar su potencial como materia prima para el incremento de los rendimientos y la calidad.
Esta alianza sienta las bases para que México, a través del INIFAP y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMyT), en cooperación con Japón, ofrezcan capacitación a estudiantes de posgrado y jóvenes científicos afganos en nuestro país mejoren sus habilidades y conocimientos, en investigación relacionada con el mejoramiento genético y la conservación del cultivo de trigo.
El convenio establece que México y Japón desarrollarán proyectos conjuntos en los ámbitos agrícola, pecuario, recursos naturales y tecnología agroalimentaria, con el propósito de ampliar la base de conocimientos existente sobre el desarrollo de agricultura sustentable y fortalecimiento institucional.
Además, evaluarán materiales de trigo con resistencia a la roya e intercambiarán germoplasma de trigo y chile, que servirán para generar información genómica a nivel molecular y desarrollar, en el caso del cereal, variedades resistentes a plagas y enfermedades.
Ambos países trabajarán también en sistemas de adaptación al cambio climático que permitan aprovechar de manera sustentable los recursos genéticos que poseen.
Datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) indican que México cultiva cerca de 600 mil hectáreas de trigo, con una tasa media de rendimiento de 5.7 toneladas por hectárea y una producción de alrededor de 3.5 millones de toneladas al año.
El estado de Sonora aporta más de la mitad de la producción nacional y su municipio de Cajeme registra el volumen de cosecha más significativo del país.
