En concreto, el cambio beneficiará a aquellas familias de estatus dual en las que un padre, madre o cónyuge de nacionalidad estadounidense pueda demostrar que la ausencia prolongada de su pareja o de su hijo para tramitar en su país de origen un visado de residencia en EE.UU. le acarreraría al ciudadano un "perjuicio extremo".
Según explicó el director del Servicio de Inmigración y Aduanas de EE.UU. (USCIS), Alejandro Mayorkas, "este cambio regulatorio propuesto reduce de manera significativa el tiempo que los ciudadanos de EE.UU. pasan separados de sus cónyuges e hijos bajo ciertas circunstancias mientras esos familiares pasan el proceso de recibir visados para convertirse en inmigrantes legales en EE.UU.".
En la actualidad, los esposos o hijos extranjeros de ciudadanos estadounidenses que deben salir del país para tramitar un permiso de residencia se ven vetados por ley de regresar durante años a EE.UU. si han violado las leyes migratorias.
Si han incurrido en una violación migratoria durante más de 180 días, pero menos de un año, la ley les prohíbe el reingreso en EE.UU. durante tres años. Si la irregularidad ha durado más de un año, la prohibición se eleva a los diez años.
La ley contempla, no obstante, una excepción en aquellos casos en los que el familiar estadounidense demuestre que la ausencia de su hijo o cónyuge le acarrearía un "perjuicio extremo", sea económico, de salud o humanitario.
En estos casos, el familiar del ciudadano estadounidense puede requerir, una vez que se encuentra de regreso en su país de origen, una excepción ("waiver") para que se le permita volver a EE.UU. sin cumplir la prohibición. Pero incluso en estas ocasiones, la espera es de al menos seis meses, en ocasiones más de un año.
El cambio que se dará a conocer hoy, según explicó un alto funcionario que pidió el anonimato para hablar antes del anuncio oficial, prevé que estas personas puedan solicitar el "waiver" en territorio de EE.UU., antes de emprender viaje a su país.
El USCIS examinará su caso y, si lo encuentra válido, concederá una excepción provisional.
Una vez en su país, el familiar en situación irregular se someterá a una entrevista consular. Si no se detectan problemas, el permiso se hará firme y la persona podría regresar a EE.UU. en cuestión de semanas.
La nueva medida sólo se aplicará a los familiares de ciudadanos, no a los de residentes permanentes.
Los requisitos para recibir el "waiver" no cambiarán respecto a los ya existentes. Además de demostrar que la ausencia del familiar en situación irregular ocasionaría un perjuicio extremo al esposo o progenitor estadounidense, esta persona no deberá haber cometido más irregularidad que la migratoria.
Deberá ser, asimismo, exclusivamente hijo o cónyuge de un estadounidense. Otros grados de parentesco, incluidos los padres de ciudadanos, se encuentran excluidos.
El cambio alentaría que aquellos que cumplen los requisitos para regularizar su situación puedan hacerlo sin temor a una separación prolongada o sin incertidumbre acerca de si recibirán el "waiver", uno de los factores que hasta ahora disuadían a muchos de intentarlo.
El Gobierno estadounidense tiene previsto comunicar el cambio en forma de notificación de intenciones que se publicará hoy en el Registro Oficial. Tras un periodo de consultas para que el público exprese su opinión, la medida se convertiría en algo definitivo.
Aunque normalmente este tipo de acciones tardan más de un año en ponerse en práctica, la Administración quiere procesarla de modo rápido de modo que puedan empezar a tramitarse los primeros casos ya este mismo año.
Según indicó el alto funcionario, en el año fiscal 2011 se recibieron 485.000 peticiones de ciudadanos estadounidenses en favor de sus familiares inmediatos. Ese mismo año se recibieron 23.000 solicitudes de "waiver".
La media de aprobación de las peticiones en favor de familiares inmediatos está, según el alto funcionario, entre el 85 y el 90 por ciento.
La media de aprobación de solicitudes de "waiver" oscila entre el 70 y el 80 por ciento.