Esta decisión de Washington, que afecta a la segunda demanda de extradición contra Noriega, desbloquea de hecho su vuelta al país que gobernó de facto de 1983 a 1989.
La sala de instrucción del Tribunal de Apelación notificó a Noriega la llegada hoy mismo del "complemento de información" que contiene la luz verde de EEUU para que pueda ser entregado a Panamá por esa segunda demanda, es decir, por el homicidio en octubre de 1989 del capitán Moisés Giroldi, que se había sublevado contra él.
El exdictador, que había entrado en la sala de audiencia renqueante pero sin apoyarse en el policía que lo custodiaba, como en otras ocasiones, reiteró su deseo de ser extraditado al contestar a la presidenta del tribunal con un escueto "correcto".
Esa misma respuesta -"correcto"- fue la que utilizó para confirmar su identidad y para precisar que renuncia a lo que se llama el "principio de especialidad", lo que significa que acepta poder ser juzgado en el futuro en Panamá por delitos que no sean los contenidos en sus dos demandas de extradición ya cursadas.
Noriega volverá a comparecer el próximo día 23 ante la misma sala de instrucción, según su abogado Antonin Lévi, para constatar oficialmente que se cierra el procedimiento judicial y que la entrega a Panamá pasa a depender de la tramitación administrativa entre los gobiernos francés y panameño.
"Será una audiencia formal" en la que no hay vuelta atrás, aseguró Lévi, quien dijo a la prensa esperar que el antiguo hombre fuerte de Panamá pueda regresar a su país "antes de fin de año" e incluso pasar allí "las Navidades".
El abogado precisó que tal vez ni siquiera sería necesario que el primer ministro francés, François Fillon, emitiera un nuevo decreto para poner a Noriega en manos de las autoridades panameñas, puesto que sería suficiente el que emitió en junio tras contar con el primer beneplácito estadounidense.
El letrado indicó que la primera reacción del exdictador al conocer la noticia de la autorización dada por Washington, que según su versión llegó a las 13.00 hora local (12.00 GMT), fue "felicitar a sus abogados".
La audiencia de hoy en París se produjo unas horas antes de la llegada a la ciudad del presidente panameño, Ricardo Martinelli, quien oficialmente no va a tratar en la capital francesa el caso del antiguo hombre fuerte de su país.
Estados Unidos ya había dado luz verde la pasada primavera a la primera solicitud panameña de extradición, la referida al asesinato en 1985 del opositor Hugo Spadafora, por la que Noriega fue condenado en rebeldía a 20 años de cárcel, igual que por la muerte de Giroldi.
Meses atrás Panamá dijo haber formalizado una tercera demanda de extradición por la muerte en 1970 del sindicalista Heliodoro Portugal, pero ese expediente nunca llegó hasta el Tribunal de Apelación de París, que es el competente para abordarla.
El pasado 30 de septiembre, el canciller panameño, Roberto Henríquez, aseguró que Francia había rechazado esa tercera solicitud por una cuestión de prescripción de los hechos según el derecho francés.
Hoy, los abogados de Noriega insistieron en que no tienen ni han tenido constancia de esa tercera demanda, que podría haber entorpecido nuevamente la entrega del exdictador.
En Francia, donde se encuentra encarcelado desde su llegada desde Estados Unidos en abril del pasado año, el antiguo hombre fuerte de Panamá, de 77 años, cumple una condena de siete años por blanqueo de dinero del narcotráfico.