Lo anterior, mediante la realización de un taller organizado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), por medio de Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), en coordinación con la FAO.
Durante el foro, Fernando Soto Baquero, representante del organismo multilateral en México, mencionó que “los impactos del cambio climático en la agricultura se dan a través de aumentos en la temperatura, incremento en niveles de dióxido de carbono en la atmósfera y una mayor frecuencia de fenómenos climáticos extremos”.
Agregó que las consecuencias de este fenómeno climático pueden evidenciarse en menores rendimientos por cultivo, así como en una mayor prevalencia de enfermedades micóticas y plagas, transformación de suelos y decremento en la disponibilidad de tierras y agua para la agricultura.
Por su parte, Alejandro Vázquez Salido, Director en Jefe de Aserca, señaló que frente a estos escenarios, es imprescindible el desarrollo e impulso de mecanismos de colaboración interinstitucional y con organismos multilaterales como la FAO.
Lo anterior para conocer experiencias internacionales y nacionales en el uso de herramientas que monitorean los impactos climatológicos en la producción y disponibilidad de alimentos, con el fin de generar alertas y acciones preventivas que posibiliten reducir el riesgo que puede representar el clima.
Vázquez Salido, resaltó que este tema tiene que ver con la seguridad alimentaria y sus derivaciones, como la volatilidad de precios y deficiencias en el ordenamiento de mercados.
Por su parte, Oscar Rojas, Oficial de Recursos Naturales y especialista en riesgo agroclimático de la FAO, presentó las herramientas desarrolladas para el fortalecimiento del monitoreo de la sequía agrícola y sistemas de alerta temprana con base en datos geoespaciales.
El representante del organismo internacional, también compartió experiencias relacionadas al monitoreo de cosechas y estimación de pronósticos sobre rendimientos en proyectos de seguridad alimentaria.
En el taller se mostró el programa AgrometShell, que calcula un índice de satisfacción sobre las necesidades hídricas de los cultivos, así como el Sistema del Índice de Estrés Agrícola (ASIS, por sus siglas del inglés), que evalúa la severidad de la sequía agrícola.
Esta información forma parte del Sistema Mundial de Información y Alerta sobre la Alimentación y la Agricultura (SMIA), instrumento que supervisa el estado de los principales cultivos alimentarios en todo el mundo y que evalúa las perspectivas de producción.