Más de 150 expositores internacionales se dan cita hasta mañana en el capitalino World Trade Center con el propósito de que los mexicanos apuesten por los productos 'gourmet' y se olviden de esos alimentos altos en carbohidratos que, según los organizadores de la muestra, copan actualmente su dieta.
Para ello, Gourmet Show 2010 no sólo mira hacia la siempre infalible dieta mediterránea ni a la tan en boga cocina asiática, sino que reconoce la riqueza gastronómica que, más allá de 'tex-mex' y los burritos, encierran las fronteras mexicanas.
Muchos visitantes se detienen ante el expositor de tamales, en donde el chef Luis Albó incorpora sabores de Francia, Italia e India a la tradición prehispánica de envolver en hojas de maíz rellenos de carne, vegetales y chile.
Hace veinte años que Albó se adentró en la fusión culinaria de México con otros países, un camino que, como explicó a Efe, partió de la aplicación de técnicas francesas a platillos y antojitos, pero que hoy cocina ingredientes internacionales según la tradición mexicana.
El resultado son sus exquisitos tamales 'gourmand', lanzados a la manera de los caramelos, que esconden sorpresas como piñones, coco, naranja, pimienta rosa, salsa verde italiana e incluso crema de chocolate.
El cocinero insiste en que, pese a toda esa fusión, sus tamales "golosos y refinados" se mantienen fieles a la esencia del platillo y, de hecho, elabora también una línea totalmente tradicional.
Los 'gourmets' más cómodos podrán disfrutar, además, de un exquisito mole poblano -salsa que combina el chile molido con chocolate y almendras- que, con tres minutos y un poco de caldo, cualquiera puede elaborar en casa gracias a un preparado sólido que se vende en sobres.
Gourmet 2010 demuestra que no es necesario pasar por los fogones para paladear los mejores sabores de México, como atestiguan el licor de mango, el chocolate con cardamomo y el café que Chiapas promociona en esta edición.
El estado sureño también despliega su gama de quesos con denominación de origen, entre los que se encuentra, para sorpresa de algunos, un excelente queso tipo manchego.
Por otro lado, la cuarta edición de esta feria rinde pleitesía a la cerveza, patrimonio nacional mexicano que demasiadas veces queda relegado a la nevera de los refrescos, a la que dedica un pabellón entero.
"La cerveza es considerada una bebida de poco estatus (...), la realidad es que puede ser una bebida sumamente compleja que amerite tener una carta especial para ella", comentó Jaime Andreu, director comercial de la Cervecería Primus.
Un año más, Gourmet 2010 intentará que la cultura del buen comer alcance a más mexicanos, enlazándolos con los productores de mayor calidad e innovación del país.