El mural titulado “El Andén de los Ouróboros”, consta de 45 metros cuadrados que retratan a personas en escenas de la vida cotidiana en el Metro. Es el segundo mural que el artista ha expuesto dentro del STC.
Su primer trabajo, “The passenger”, se encuentra en la estación Insurgentes de la Línea 1, desde octubre de 2010 y representa el aislamiento en que pueden ubicarse los pasajeros del Metro a pesar de estar entre millones.
“Cuando nosotros entramos al Metro nos ausentamos de una realidad externa, vamos absortos en nuestros pensamientos, nos perdemos en nuestro andar, entramos como en una especie de punto muerto”, expresó Zamudio.
El mural es una respuesta a la necesidad de identificación de los pasajeros y al compromiso de ser muralista en México. “Cuando uno es muralista adquiere un compromiso con el tiempo en el que se vive, y como creador se convierte en un portavoz del pueblo. Estos murales hablan de la vida cotidiana que pasa dentro del Metro”.
La obra del artista mexicano, que llevó más de un año de realización, pretende ser un legado para el pueblo que además ha mostrado interés por rescatar la pintura realista, las técnicas antiguas de trabajo y el retrato de la psicología y el sentir de los pasajeros que viajan en el Metro de la Ciudad de México.
“El Metro nos sirve para transportarnos, pero yo creo que hay que hacer más cosas como leer, escuchar música e incluso ver obras que se presentan en él. El espacio del Metro se me hace una gran oportunidad para que el pasajero divague, se distraiga, se entretenga e incluso aprenda”, finalizó.