El miedo empuja a emigrar a Israel a los judíos de Francia

Philippe Braham quería hacer sus compras en París antes del sabbat. Pero esa fue una jornada que nunca llegó a vivir. Murió en la toma de rehenes que tuvo lugar el viernes en la tienda de comida kosher en la que compraba. Su hijo Rafael, de 14 años, se enteró de su muerte estando en Israel, adonde había emigrado en 2014 junto con su madre. Su partida no fue un caso aislado: ese mismo año otras 7,000 personas cambiaron su domicilio de Francia a Israel, duplicando la cifra de migrantes en tan solo un año.