Desafío y optimismo eran las dos palabras que mejor dibujaban el arranque de la Miami Art Week, que cerró el domingo con unas sólidas ventas (un Picasso se vendió por 20 millones de dólares) y la asistencia de miles de visitantes de todo el mundo.
Desafío y optimismo eran las dos palabras que mejor dibujaban el arranque de la Miami Art Week, que cerró el domingo con unas sólidas ventas (un Picasso se vendió por 20 millones de dólares) y la asistencia de miles de visitantes de todo el mundo.