La decisión de Bélgica de permitir concentrar la semana laboral en cuatro días trae de nuevo a la actualidad el debate sobre la reducción de la jornada a 32 horas semanales, sin que de momento ninguno de los grandes países europeos tenga en marcha ninguna iniciativa legislativa al respecto.
Ningún gran país europeo prevé aún implantar la semana laboral de 32 horas
