El francés Fabio Quartararo demostró en el circuito de Portimao que tanto él como la Yamaha YZR M 1 parecen haber dado un paso muy positivo hacia adelante al mostrar una solvencia y un ritmo que hizo errar a más de uno de sus rivales, mientras que el español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) se emocionó, literalmente, al conseguir acabar la carrera séptimo.