El ciclo global de agua vivió el año pasado nuevos extremos climáticos y los desastres relacionados con el agua causaron la muerte de más de 8,700 personas, desplazaron a 40 millones y supusieron pérdidas económicas superiores a 550,000 millones de dólares, según datos revelados en el Monitor Mundial del Agua elaborado por la Universidad Nacional de Australia (ANU).