La fantasía de fingir la propia muerte para empezar de nuevo impulsó el primer largometraje de Samuel Rios y Valles titulado "Los días que no estuve", que además supuso un proceso catártico de autoreconocimiento.
La fantasía de fingir la propia muerte para empezar de nuevo impulsó el primer largometraje de Samuel Rios y Valles titulado "Los días que no estuve", que además supuso un proceso catártico de autoreconocimiento.