"Hago gimnasia por placer", "Persigo mis propios sueños, no los de nadie más", "Escucho a mi cuerpo", "Tengo el derecho a expresarme libremente, a ser escuchado y a ser tratado de forma justa".... Con diez 'reglas de oro' como estas la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) pretende "trazar una línea clara entre lo que es aceptable y lo que es intolerable en un gimnasio".