La retirada de la gimnasta estadounidense Simone Biles de una de las pruebas en Tokio 2020 por problemas de salud mental generó un abrumador interés a nivel global, reflejado en las interacciones en las redes sociales, aún mayor que el retiro de la japonesa Naomi Osaka del Roland Garros o la entrevista del príncipe Harry y Meghan Markle con Oprah Winfrey.