El plástico nos rodea. Está en productos de uso diario, como tablas de cortar, ropa o balletas de limpieza, utensilios que cada día liberan diminutas partículas de micrómetros de ancho llamadas microplásticos. Ahora, según un nuevo estudio, hay que añadir un producto más: los chicles.
Los chicles liberan microplásticos en la saliva y, cuando se tiran, al medio ambiente
