Una cabeza de caballo esculpida en bronce que pertenecía al Antiguo Palacio de Verano, considerado la cúspide de la arquitectura palaciega china y destruido por tropas francesas e inglesas en 1860, regresó hoy a su lugar original tras 160 años.
Una cabeza de caballo esculpida en bronce que pertenecía al Antiguo Palacio de Verano, considerado la cúspide de la arquitectura palaciega china y destruido por tropas francesas e inglesas en 1860, regresó hoy a su lugar original tras 160 años.