El baldaquino levantado por el genial Gian Lorenzo Bernini en el centro de la basílica vaticana, sobre la sepultura de san Pedro, ha recobrado su brillo gracias a su primera restauración en 250 años y ha revelado, de paso, los restos "de vida cotidiana" que quedaron en sus alturas monumentales.
El baldaquino de Bernini vuelve a relucir y revela sus secretos en las alturas vaticanas
