Una pregunta sobrevuela las audiencias previas al esperado juicio contra los acusados de los ataques del 11 de septiembre de 2001: ¿Son admisibles las confesiones obtenidas bajo la sospecha de tortura? Su respuesta, según los defensores de los presos, puede dar un giro al caso.
Las pruebas contra los acusados del 11-S ponen el foco en la validez de sus confesiones
