“Antes ocupábamos el rebozo para hacer sombra, para ir al campo y dejar tejate a nuestros esposos que iban al campo a trabajar, a sembrar, hacer tortillas y también para cargar a nuestros hijos que los poníamos enfrente para poder hacer las tortillas”, señaló María de Jesús Gutiérrez López.
En entrevista con la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión, la oriunda de Villa Díaz Ordaz señaló que esta prenda utilizada por las señoras de los Valles Centrales les da sentido de comunidad y pertenencia.
“A mí me gustaría que esta costumbre pasara de generación en generación ya que las jóvenes de hoy ya no se ponen, ya no utilizan el rebozo como debería de ser”, señaló.
El uso de esta prenda, según información del gobierno federal, surgió de la necesidad que tenían las mujeres mestizas de cubrirse para acceder a los recintos religiosos.
Actualmente, los maestros reboceros trabajan estas piezas con materiales como la seda, la lana, el ixtle y el algodón blanco.