Una denuncia hecha desde agosto de 2016 por la dirección jurídica de la petrolera mexicana permitió identificar al menos a 40 empleados que hurtaban combustible.
El robo ocurría mediante la alteración de instrumentos de medición para sobrellenar las pipas que salían a proveer gasolina o diésel a gasolineras desde la terminal de almacenamiento de Chihuahua, al norte de esta capital.
Resulta la primera vez que se logra documentar el robo de hidrocarburos desde el interior de las instalaciones de Pemex, aunque las investigaciones continúan en las 76 terminales de abastecimiento de la empresa.