En el marco de la 65 Asamblea General de Naciones Unidas, Fernández demandó que los países en desarrollo tengan mayor representación en los órganos de la ONU, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial de Comercio, pues las composiciones actuales responden a realidades pasadas.
“Cuando hablamos de la necesidad de una nueva arquitectura financiera internacional, hablamos de un sistema global de control para los movimientos de los fondos de inversión y en especial para los denominados fondos buitres”, indicó.
La mandataria argentina también destacó la necesidad de reformular la operación de las calificadoras de riesgo porque “precisamente han sido ellas las que han inducido a tomar erróneas decisiones en materia de inversión”.
Consideró que los organismos multilaterales deben tomar en cuenta la voz de todos los países, de acuerdo “con su nivel y su magnitud”.
El G-77 más China reúne prácticamente a todas las naciones en desarrollo, 130 en total, y tiene como objetivo promover intereses comunes ante Naciones Unidas.
Durante su discurso, la presidenta argentina llamó también a reformar el Consejo de Seguridad de la ONU para que refleje los nuevos equilibrios de poder.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió al Grupo de los 77 más China que ejerza mayor liderazgo en la arena internacional, especialmente en los asuntos más importantes de la agenda económica y social.
“A corto plazo, cuento con su apoyo para establecer una agenda clara y firme para la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible en 2012”, enfatizó.