En la concesión de hipotecas para una segunda vivienda, los bancos deberán cobrar un interés mínimo 1.1 veces superior al tipo de referencia del banco central, frente a la flexibilidad actual en la que el porcentaje depende de la evaluación de riesgos.
La decisión fue anunciada en un comunicado del Consejo de Estado (ejecutivo) tras una reunión presidida por el primer ministro Wen Jiabao.
Quienes adquieran una primera vivienda tienen que dar más de un 30 por ciento de entrada si el área es superior a 90 metros cuadrados.
Entre el paquete de medidas anti-especulativas, Pekín contempla la introducción de políticas impositivas que desalienten las compras y un ajuste del rendimiento de las inversiones, agregó el ejecutivo en su comunicado.
Además, la directriz estipula que un 70 por ciento de los terrenos que se aprueben para desarrollo deberán estar destinados a la construcción de vivienda asequible, a la renovación de áreas de chabolas y a vivienda mediana y pequeña (inferior a 90 metros cuadrados de superficie).
Pekín ha instado también a las autoridades locales a acelerar las licencias para la construcción de viviendas para garantizar el suministro efectivo de terrenos y desalentar a los especuladores.
El endurecimiento de medidas se produce después de que el dato de marzo arrojara una subida del 11.7 por ciento interanual en el precio de la vivienda, frente al 10.7 por ciento de febrero, aunque consultoras independientes estiman que el incremento real podría ser superior después del récord del 30 por ciento de enero.
El precio de la vivienda china es 27 veces superior al de los ingresos medios de los ciudadanos del país asiático, cinco veces superior a la media mundial; ya que la renta per cápita anual en China es de unos mil 500 dólares en las zonas urbanas, mientras que el metro cuadrado en Pekín supera 3 mil dólares.