El primer ministro, Shinzo Abe, quiere impedir una caída de la economía tras la decisión de aumentar del IVA de su tasa actual del cinco por ciento hasta el ocho por ciento.
El Parlamento aprobó en procedimiento récord el presupuesto del nuevo año fiscal, que comienza el 1 de abril, coincidiendo con el aumento del IVA. Se teme que la medida afecte mucho al producto interno bruto (PIB) del país, que se sostiene en un 60 por ciento en la demanda interna.
Para evitar que se frene la coyuntura el gobierno de Abe inyectará dinero de forma masiva en proyectos de construcción estatales. La oposición acusó al Ejecutivo de estar hundiendo aún más las finanzas estatales, ya en problemas, pues Japón tiene la mayor tasa de endeudamiento de los países industrializados, con más del 200 por ciento de su PIB. (DPA)