Nissan se anotó unos ingresos de 1.17 billones de yenes (9,515 millones de euros/11.145 millones de dólares), frente a los 2.37 billones de yenes (19,225 millones de euros/22,518 millones de dólares) que tuvo entre abril y junio de 2019.
Los datos del primer trimestre del año fiscal de Nissan fueron difundidos en una rueda de prensa telemática que ofrecieron directivos del grupo desde su sede, en Yokohama, al sur de Tokio, en la que también dieron a conocer las proyecciones para el actual ejercicio fiscal.
Según dijo el presidente de la compañía, Makoto Uchida, para el año fiscal que cierre en marzo del año próximo Nissan espera mejorar un 0.2 % su resultado, aunque calcula que acabará el ejercicio con unas pérdidas netas de 670,000 millones de yenes (5,429 millones de euros/6,358 millones de dólares).
Los datos fueron difundidos recalcando el "desafiante clima de negocios" que, según Uchida, sufre el sector por el impacto de la pandemia de coronavirus, que ha generado una fuerte reducción en la demanda de vehículos a nivel global.
Al cierre de junio pasado, Nissan anotó unos ingresos de 1.17 billones de yenes (9,515 millones de euros/11,145 millones de dólares), frente a los 2.37 billones de yenes (19,225 millones de euros/22,518 millones de dólares) que tuvo entre abril y junio de 2019.
Su resultado operativo arrojó una pérdida de 153,926 millones de yenes (1,247 millones de euros/1,461 millones de dólares), frente al beneficio operativo de 1,609 millones de yenes (13 millones de euros/15 millones de dólares) que tuvo en el primer trimestre del ejercicio fiscal anterior.
Nissan precisó que entre abril y junio pasados a nivel global las ventas cayeron un 44.5 % respecto al mismo período del año pasado, hasta 12.49 millones de vehículos, y en el caso de Nissan la reducción fue del 47.7 %, hasta 643,000 unidades.
Uchida destacó ese "significativo descenso en las ventas" a causa de la pandemia y el hecho de que Nissan, al igual que otras firmas del sector, optó por suspender la producción en muchas plantas.
Sólo en Japón, en el primer trimestre de su año fiscal Nissan tuvo una reducción del 33.7 % en sus ventas, hasta 84,000 vehículos, mientras que en Estados Unidos la caída fue del 49.5 %
Nissan Motor insistió en que, como ya ha precisado previamente al presentar un plan que se extenderá hasta 2023, se enfocará en tres mercados claves: Japón, China y Estados Unidos.
"Estados Unidos es donde Nissan ha lanzado el principal proceso de transformaciones", dijo el jefe de operaciones del grupo, Ashwani Gupta.
En las previsiones para el año fiscal de 2020, Nissan prevé que la venta de automotores a nivel global tendrá una reducción del 16 % y en el caso de Nissan caerá un 16.3 %. En China la reducción será del 4.6 % y en Estados Unidos del 24 %.
Para el ejercicio que cierre en marzo del año que viene Nissan calcula que tendrá una reducción del 21 % en sus ingresos, mientras que el resultado operativo tendrá un rojo de 470,000 millones de yenes (3,806 millones de euros/4,463 millones de dólares).
"Nissan se enfrenta a considerables desafíos en este año fiscal", insistió Uchida.
Nissan insistió hoy en que, como ya viene expresando desde hace meses, tiene intención de reducir un 20 % su capacidad de producción ante la caída en la demanda de vehículos.
Esa disminución ha implicado, entre otras decisiones, la de cerrar su planta en Barcelona, que ya fue confirmada en mayo pasado y que no fue mencionada al presentar Nissan los resultados de hoy.
Nissan se enfrenta ante el desafío de relanzar la compañía tras los malos resultados que viene acumulando, primero por la crisis interna a raíz del arresto de su máximo directivo, Carlos Ghosn, el 19 de noviembre de 2018, y después por el impacto de la pandemia de coronavirus.
El ejercicio anterior lo cerró Nissan con unas pérdidas de 671,216 millones de yenes (5,662 millones de euros/6,225 millones de dólares), lo que supuso los peores resultados en dos décadas.